'Túnel de la Línea de Colombia: el reto de su reparación con empujes de montaña extremos'

El Túnel de La Línea, obra subterránea que atraviesa la cordillera central de Colombia, presentó condiciones especiales y particulares para su excavación, debido a que atraviesa un sistema de fallas de rocas sedimentarias y metamórficas altamente tectonizadas; además, tiene un espesor de cobertura considerable a lo largo de su alineamiento, el cual alcanza hasta 900 m en la zona media del túnel que coincide con la falla San Jerónimo, más conocida como La Soledad.

El túnel fue construido en dos etapas, por condiciones contractuales. En la primera etapa, entre el 2010 y el 2016 el túnel quedo excavado, pero no estabilizado, dado que las estructuras de presoporte y soporte instaladas no tuvieron el comportamiento esperado frente a los esfuerzos y empujes del terreno.

Adicionalmente, se instaló un programa de monitoreo de instrumentación geotécnica riguroso y se implementó un proceso de excavación controlado, con avances cortos y una rápida instalación del soporte. De esta forma fue posible superar exitosamente todas las zonas de falla existentes a lo largo del túnel, adecuando una convivencia apropiada entre el comportamiento del macizo rocoso y la solución de infraestructura construida para mejorar la movilidad entre centro y occidente del país.

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